MUSICA y ARAÑA

jueves, 20 de marzo de 2014

ALGUNOS DERECHOS DE LAS PERSONAS MAYORES EN LAS RESIDENCIAS

 
DERECHO a recibir información; servicios, precios, etc. Llama poderosamente la atención que algunas residencias sus recibos no sean lo suficientemente transparentes en los conceptos de los servicios, que facturan y cargan a los mayores.
DERECHO a la intimidad y a que no se divulguen datos personales, médicos etc. El personal de las residencias en general, deberia ser más cuidadoso y no pregonar a los cuatro vientos, la vida y obra de los ancianos. Muchas salas de residencias parecen platós de algún programa rosa que emiten las televisiones.
 
DERECHO a no ser discriminado y sobre todo ser tratado con el respeto y dignidad que se merece. El buen ambiente que se puede crear en una residencia, es fruto de quien dirige los centros. Por utilizar un simil, el "buen rollo" que existe en una clase entre el profesor y sus alumnos, lo crea el propio docente con; autoridad y generosidad, lo demás es conflicto y fracaso.
DERECHO a no ser sometido a ningún tipo de inmovilización, tanto física como farmacológica. Salvo los casos que por razones de peligro para el anciano así se considere.
DERECHO a mantener relación con su familia y entorno de social, sin ningún tipo de ingerencias. Muchas residencias obstaculizan los horarios ciñéndolos a su comodidad sin pensar en las familia de los ancianos y sus quehaceres. Olvidan los responsables que a todos los efectos el centro donde está alojado, es considerado el propio domicilio y su habitación inviolable y por tanto no debe haber restricciones que afecten a su intimidad.
 
DERECHO a recibir el servicio contractualmente contratado en la prestación y condiciones estipuladas o establecidas, en caso contrario estamos ante un  fraude contractual.
 
 

 

sábado, 15 de marzo de 2014

LA PROFESIONALIZACIÓN EN LA DIRECCIÓN DE LAS RESIDENCIAS.

El anciano, como elemento fundamental en la existencia societaria de las residencias, debe ser el centro de atención de todos.
Un anciano-cliente y su familia que se siente a gusto, atendidas y satisfechas  sus necesidades, muestra GRATITUD hacia la residencia y su personal, siendo la mejor publicidad que pueda recibir y hacer del centro.
 
Por el contrario; si no se atienden sus demandas, existe NEGLIGENCIA y MALTRATO, el anciano y sobre todo su familia adopta una posición crítica y en cierta forma hostil.
 
Es por ello que; para llevar a buen fin las residencias, es imprescindible la profesionalización en la dirección como éxito de buena gestión.
Es importante que el perfil de quien va desempeñar este trabajo para el cual no todo el mundo sirve, tenga unos conocimientos, tolerancia y ciertas habilidades afectivas con las personas mayores.
 
El buen hacer directivo, NO PERMITE un ambiente hostil, acepta las críticas, indagando y comprobando qué está fallando en la atención al anciano. La EMPATIA la demuestra intentando SOLUCIONAR al descontento y mejorando al que lo está.
El éxito en la dirección, dependerá de ese grado de satisfacción del anciano, que se verá reflejado y compensado en su trabajo y en el FONDO DE COMERCIO del centro.
 
 
Por el contrario la MALA DIRECCIÓN, negará sistematicamente las negligencias, recurriendo intransigentemente a justificaciones irracionales para anteponer siempre otros intereses al bienestar del anciano y echando un pulso con la familia. Líbrenos de caer en sus manos y con perdón de los laboriosos équidos:
 
"HOMINES ET JUMENTA SALVABIS DOMINE", 
 

lunes, 3 de marzo de 2014

TODO ESTÁ PERDIDO CUANDO LOS MEDIOCRES Y MALOS SIRVEN COMO EJEMPLOS.


LA DIRECCIÓN de las residencias de ancianos y su personal, tienen la OBLIGACIÓN de cuidar de las personas mayores que están a su cargo. Esa obligación, NACE del contrato suscrito por ambas partes. Nuestros ancianos necesitan mucha atención y cuidados que van siendo mayores, cuanto más dependientes se hacen.
No es tarea fácil, pero es el trabajo que han elegido quienes han optado por su cuidado y a quienes se les supone vocación. Estos cuidados, muchas veces no son tales y con bastante frecuencia se convierten en DESATENCIÓN, NEGLIGENCIAS, probática más que suficiente que el anciano está siendo MALTRATADO, en esa residencia.
 
La DIRECCIÓN del centro está LEGALMENTE OBLIGADA a informar y actuar contra actuaciones negligentes o maltratos.
 
Los ancianos DEPENDIENTES tienen un alto grado de ser MALTRATADOS REITERADAMENTE y así ocurrirá si no extremamos la vigilancia y cuidados y más sí carecemos de un PLAN DE SUPERVISIÓN para evitar que hechos similares vuelvan a repetirse.
 
La REALIDAD indica que se disimula o no se reportan por parte de la dirección, conocedora de su RESPONSABILIDAD, negando cualquier negligencia o desatención con el anciano.
 
Para disipar cualquier duda, es importante que VISITEMOS CONSTANTEMENTE a nuestros familiares, conocer su realidad y entorno, poniendo especial atención a cualquier situación de irregularidad. SI la familia no se preocupa, ¿va hacerlo la dirección del centro y su personal?.
 
El STAFF DIRECTIVO de las residencia de ancianos, debe estar integrado por personal cualificado en continuo reciclaje, poseer don de gentes, pero también estar sensiblemente humanizado con los ancianos, por lo que en todo momento TENDRÁ AGUDIZADOS LOS CINCO SENTIDOS. Difícilmente podrán realizar su labor con la diligencia y el buen criterio que este trabajo requiere, si quienes ostentan la dirección de una residencia carecen de una cualificación, conocimientos suficientes y más aun, tienen distorsionados los cinco sentidos del ser humano.